La Organización de Naciones Unidas considera refugiadas a las personas desprotegidas por sus Estados y en riesgo real e inminente que, debido a un conflicto bélico o por motivos políticos, de identidad o culturales, han tenido que abandonar su lugar de origen. En este sentido, la legislación internacional recoge el derecho a recibir asilo en el extranjero y a acceder a una serie de condiciones específicas del estatus de refugiado.

La Convención de 1951 de las Naciones Unidas definió como refugiada a toda persona que “como resultado de acontecimientos ocurridos antes del 1 de enero de 1951 y debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país”. Según esta Convención –ampliada en el Protocolo de 1967 al eliminar la restricción temporal y modificada posteriormente para contemplar los conflictos bélicos y cuestiones de género y orientación sexual–, las naciones están obligadas a conceder asilo a las personas o colectivos que por diversos motivos no tienen asegurada su protección en el país de origen, protegiéndolos de la devolución a su país de acuerdo con su categoría jurídica.

Hasta 1951, las políticas hacia los refugiados eran establecidas ad hoc según emergencias concretas. La guerra civil española ocasionó un gran número de refugiados que huyeron a diferentes destinos, como Francia o Argelia y diferentes puntos de América. Durante el conflicto, diversas organizaciones como la Spanish Refugee Relief Campaign en Estados Unidos o la británica National Joint Committee for Spanish Relief se dedicaron a recaudar fondos y a gestionar directamente el asilo de españoles, en particular de niños y mujeres. Entre las actividades que organizaron cabe mencionar la exposición itinerante que contó con Guernica como reclamo e imagen para este fin.

La Segunda Guerra Mundial causó otro de los grandes éxodos del siglo XX, en el que cantidades ingentes de exiliados huyeron del continente europeo. Desde entonces, han sido muchos y constantes los flujos de refugiados que por motivos bélicos han abandonado especialmente países de Asia, África y América Latina. También las sucesivas guerras en Oriente Próximo han provocado grandes éxodos, y recientemente se ha agravado la crisis de los refugiados que huyen de la guerra de Siria. Sin embargo, en muchos casos los países incumplen la Convención o no asumen su responsabilidad con respecto al estatuto de refugiado, por lo que aumenta el peligro y el sufrimiento. Las múltiples apropiaciones de Guernica en manifestaciones y viñetas tienen como objetivo recordar y señalar la falta de actuación oficial a este respecto —que los refugiados están en verdadero peligro de muerte—, y denunciar que cuando no se cumple el derecho internacional la población civil es todavía más vulnerable.

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