30 años del Guernica.
Mesa redonda el 18 de noviembre de 2011
Santos Juliá, Profesor emérito del Departamento de Historia Social y del Pensamiento Político, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia: Vuelve el último exiliado
Josefina Cuesta, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca: Como símbolo del retorno del exilio
José Lladó, Presidente de la Asociación Colección de Arte Contemporáneo, es Doctor en Ciencias Químicas y Química Industrial. Ha sido ministro de Transportes y Comunicaciones, Ministro de Comercio y Embajador de España en Estados Unidos entre 1978 y 1982. Fue el primer presidente del Patronato del Museo Reina Sofía: El gran retorno. Y sobretodo, yo lo interpreto más que como el gran retorno, como el reconocimiento pleno y total de la España democrática.
Santos Juliá: Hay un grupo importante de intelectuales que han prometido o jurado no volver a España hasta que no se establezca un régimen democrático. Y Picasso está entre esos. No Picasso como persona sino la obra de Picasso. El Guernica, concretamente, se le recibe como el último exiliado, como se le recibe, precisamente porque una de las condiciones que pone Picasso o por lo menos que llegan transmitidas oralmente por Picasso, era que no volverá a España hasta que no se hayan instaurado y re-establecido las libertades y los derechos fundamentales.
Genoveva Tusell, Doctora en Historia del Arte, es Profesora de Historia del Arte de la Universidad Nacional de Educación a Distancia: Un proceso que fue fruto del trabajo de muchísimas personas, que empezó con la muerte de Franco y fue el momento en que se retomó con mucho más ímpetu la idea de traer el cuadro.
José Lladó: Y esa es en definitiva mi participación en el tema: La relación con hombres muy claves, políticos y propietarios, en el mundo los que tienen que tomar la decisión final para que viniera el Guernica a España. Lo importante de conocer a Rockefeller, que los Rockefeller supieran quienes éramos, el que Paly tuviera también relaciones aquí en España, y que los Rockefeller estaban abriendo una sucursal aquí del Chase Manhattan Bank. Es decir, había todo un entramado de intereses al mismo tiempo y una realidad que era la España democrática. Que había aplaudido, aplaudía y bendecía nada menos que el Senado de los Estados Unidos.
Genoveva Tusell: Por un lado por la necesidad de demostrar la propiedad del cuadro.
Juan Pablo Fusi: Es una cuadro Propiedad del Estado español, lo fue desde el primer instante en que la República encargó a Picasso que hiciera un mural para el Pabellón de la exposición de París de 1936.
Genoveva Tussell: Y demostrar que España en ese momento cumplía con la condición que había puesto Picasso de ser una democracia.
Josefina Cuesta: Pensé que tenía un tipo de documentación que podía interesar y es la situación de España y de su situación desde la perspectiva internacional exterior. Todos los titulares son: “Democracia asediada”, “Democracia amenazada”, “Democracia laminada”. Esto me ha llamado la atención primero porque no coincide con la visión que se tenía en el interior, a pesar de que habíamos visto y se percibía absolutamente todo el tema de la violencia, de la violencia de ETA y de la amenaza militar y esto me hace preguntar si se veía una democracia tan débil y sin posibilidad casi de salida cómo realmente pudo llegar el Guernica en el mismo año.
Juan Pablo Fusi, Doctor Honoris Causa en Humanidades de la Universidad de Nueva York y Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid desde 1988: Al Gobierno Vasco como es sabido no le gustó el Guernica y al comisario de Bellas Artes del Gobierno de Euskadi para el Pabellón Español del 36 hubiera preferido los cuadros de Arteta.
Aparece como símbolo de la agresión del fascismo al País Vasco cuando la guerra en el País Vasco fue mucho más compleja que eso. Y en segundo lugar, la repercusión o el conflicto que pudo generar la reclamación por parte del País Vasco de que el Guernica fuese al País Vasco en lugar de a Madrid. Y las connotaciones que eso tiene sobre la propiedad del Guernica, la autoridad del Guernica, pero también el simbolismo que el Guernica tuvo y puede tener y seguir teniendo en el País Vasco.
Santos Juliá: El contexto es el del retorno del exilio a España a partir de los primeros encuentros que se organizan entre exiliados y gentes del interior para hablar del futuro. Y eso da lugar a encuentros que ya desde los años 40 empiezan a organizarse, que son encuentros por una parte políticos pero también culturales. Es decir, gente del interior entra en contacto con gente del exilio, gente de la cultura, intelectuales, cuando se empieza a considerar que la gente del exilio no es como se ha había estado hablando de la anti-España, sino que son partes de una tradición cultural española cercenada y rota por la Guerra Civil.
José Lladó: Luego naturalmente tuve una relación con el mundo del MoMA de David Rockefeller. Mi padre era amigo de Rockefeller y de su cuñada Blanchette Rockefeller que era la que entonces llevaba el tema y la CBS, Paly.